lunes, 22 de julio de 2013

Tengo ganas de ti

Bueno, voy quiero hacer maratón, un día, un capítulo, espero que les guste :D :

Cap 3

- ¡No pienso arreglar nada! -grité alterada.

- Princesa.... -cerró la boca algo triste.- Esta no eres tú, tienes que reaccionar, ¡vamos! ¡os amais! ¡Comprendelo! Él no querría verte así -gritó y me cogió la mano.

La aparté rápidamente, y la miré enojada.

- Ya te dije que no pienso arreglar nada... ¡Se nota que él ya no me quiere! -sollocé.

Salí corriendo de la casa de Marceline, ella se sentía mal.
Era por la noche. De repente, encontré un árbol con rastros de una mano sangrienta y la cuerda manchada de eso.
La toqué suavemente, una gota de sangre cayó sobre mis manos. Miré arriba.

-¡Princesa Fantasma! Pero... ¿Por qué quieres morir si ya lo estás?

- No cariño, yo no me puedo morir de nuevo -sonrió pícara mirandome- ¡YO ME DEDICO A MATAR A PERSONAS!

Voló hacia mi, asustada, salí corriendo, pensaba pararme y que me matase, ya que mi vida no tenía sentido.
De repente, le vi, le vi a él. Mi corazón, se paró, yo también lo hice. "¿Qué hago?" me pregunté. Él frunció el ceño al verme, yo le cogí de la mano "¡No tenemos tiempo para detenernos!" grité pues quitó la mano rápidamente.

- ¿¡Por qué querría ir contigo!?

- ¡Porque si no vas a morir en ese árbol! -grité y se me saltaron todas las lágrimas.

- ¿¡QUÉ!? -de repente la P. Fantasma le cogió y le llevó al árbol, le ató. No pude contenerlo, por mucho que le odiase en esos momentos debía ayudarle.

- Príncipe, resiste -grité.

Me subí al árbol, ella me empujó abajo, el árbol era  muy alto, perfecto para matar a muchas personas. Él me cogió de la mano.

- ¡Suéltame! -supliqué- Si no morirás ahorcado, por favor suéltame ya.

- No te soltaría por nada del mundo.... -me miró con cara tierna.

"Solo amigos" me repetía una y otra vez "Solo le ayudas porque está en peligro, nada más".

- ¡Ya! -grité y yo misma me aparté de su mano.

- ¿¡Qué haces!? -gritó.

Mientras caía, toda mi vida pasó por mis ojos y..... esos ratos lindos a su lado.

- Te quiero -respondí- por eso quiero que vivas.

- No voy a poder vivir si no estoy a tu lado -gritó de nuevo.


"¿Qué? Bueno, eso da igual ahora" solté una lágrima, en el fondo le quería...
"A ver, mi padre me explicó una vez que podía utilizar mis poderes de tipo planta para hurgencias, esta es una" cerré fuerte los ojos y grito "¡PÉTALOS DE ROSA EN UN MAR DE PLANTAS!" caigo, pensé que todo estaba perdido, pero no. Caí exactamente en pétalos de rosas con plantas, me sorprendí bastante, pues nunca pensé que mis poderes funcionasen tan bien.

- ¡Estoy bien! -me miré de arriba a abajo, observé de nuevo el árbol- ¡Príncipe!

"¡Espera! Ahora que sé controlar mis poderes, puedo usar mi mente para decirle a este árbol que salve a mi príncipe, quiero decir, al príncipe Hoja..." me acerco al árbol, lo toco "Árbol antiguo, místico, asombroso árbol, hazte de si y salva al Príncipe Hoja por favor..." mis ojos se iluminaros de un color lila oscuro, y del  viejo árbol salió una luz blanca disparada hacia arriba, las ramas comenzaron a moverse, y la cuerda se rompió, "¡Sujétalo!" pedí, él estaba desmayado, las hojas del árbol cayeron bruscamente antes del príncipe. Por suerte lo sujetó antes de tiempo. Me acerqué a él.

- ¿Estás bien? -lloré.

- Y-yo.... lo siento, siento haberte soltado...

- Eso no importa -negué con lágrimas en los ojos.- Estoy bien.

Estaba tumbado, levantó la mitad de su cuerpo, con lo que estaba de pie. Le abracé, de forma que caimos los dos.

- Princesa....

- ¿Qué? -pregunté preocupada por si sacaba el tema.

Me besó fieramente, puse mi cara totalmente roja como un tomate, ¿por qué me beso? ¿por qué no quería separarme de él? ¿por qué? ¿al fin y al cabo no rompimos? ¿por qué sentía esta pasión por él?
Se separó de mi para hablar.

- Está va a ser la última vez que me besas -habló.

"¿Qué?" pensé "Y entonces ¿Por qué me besó? No... no me quiere ¿y esas palabras que dijo antes de que cayera...?" Se me rompió el corazón, me levanté....

- No... ¡ NO ME VUELVAS A DIRIJIR LA PALABRA! ¿¡Para eso me besas imbécil!? ¿¡Para eso!? Y lo que dijistes antes de que me cayera ¿Qué dices de ello? -grité enfurecida.

- Yo.... -calló- No sé por qué te dije eso

- Será porque aun me amas, no como yo, que te odio -le enseñé mi dedo medio y salí de allí lo antes posible.

Esta vez no me dolió, es más estaba contenta de decirle lo que sentía. Le dejé atrás.

Me dirijí al castillo de Bonnie (P.Chicle).




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